¿Tu perro huye cuando intuye que quieres bañarlo? Es probable que no lo hayas entrenado o acostumbrado a bañarse desde una edad temprana. Como dice el dicho, perro viejo no aprende truco nuevo. Si lo entrenas cuando todavía es un cachorro, se acostumbrará a ello. Además, debes crear primeras impresiones positivas. Si solo lo sumerges en agua o lo mojas sin preparación alguna, no tendrá muchas ganas de bañarse nunca.
Familiarización con el Baño
Unas semanas antes de que empieces a bañar a tu perro, deberías pasar tiempo con él en el baño. Esto hará que se acostumbre al lugar. Incluso puedes jugar con él mientras están ahí. Puedes colocar algunos juguetes ahí para que se quede más tiempo. Sería mejor si le consigues juguetes que vienen con premios sorpresa. La generosidad que le muestres en el baño hará que quiera visitar ese lugar más seguido debido a las recompensas.
Calienta el Agua
Los cachorros no sportan bañarse con agua fría o caliente. Esto es porque su piel todavía es muy delicada. El agua fría los puede hacer vulnerables a enfermedades. El agua caliente, por el otro lado, puede causar quemaduras muy serias. Antes de que pongas a tu perro dentro del agua, deberías colocarte en sus zapatos. ¿Cómo te sentirías tú al tomar una ducha fría durante el invierno? Debes entonces usar agua que no esté muy caliente ni fría. El agua tibia presenta el balance ideal en este caso.
Usa Un Tapete Antideslizante
Las bañeras están diseñadas para ser resbaladizas. Por ende, es difícil bañar a tu perro dentro de una. Por si se te olvida, el perro no se meterá en el agua por sí solo. Tendrás que usar cierto grado de fuerza. Y eso, al final del día, puede resultar en feos rayones en tu tina. Lo peor es que tu perro también puede resbalarse y lastimarse. Para evitar ese tipo de accidentes, es recomendable colocar un tapete antideslizante al interior de la bañera.
