Me declaro culpable: yo duermo con mis dos perros. Quienes dormimos con nuestras mascotas sabemos por experiencia propia que el ritmo de sus alientos es quizás la mejor “píldora para dormir” en el mercado. También aprendimos a lo dolorosa que una mordida de pulga puede ser, pero creeme… dejando de lado ese ocasional episodio, no lo cambiaría por nada.
Sin embargo, hay algunas maneras más apropiadas de dormir con tu mascota mientras mantienes el balance y liderazgo en la relación, al igual que condiciones que les permiten a ambos descansar juntos sin perturbar la calidad de tu sueño y salud de ambos.
Prevenir Alergias:
Aunque una persona con un largo historial de alergias difícilmente tendrá mascotas, es posible desarrollar alergias por una sobre-exposición a nuestros amigos peludos. Para evitarlo, es vital bañarlo al menos una vez al mes y cepillarlos semanalmente, también como mínimo. Esto además mejorará el vínculo de afecto y hará que su pelaje sea más sano y brillante.
Reductor de Estrés:
Para días estresantes llenos de insomnio, no hay nada más relajante que acurrucarte con tu mascota. Esto además incrementa la producción de la oxitocina, que es la hormona que regula la confianza. A su vez, eso ayuda a conseguir estados de relajación que permiten que el sueño se pueda conciliar más fácilmente. Además la sensación de seguridad y cercanía puede ser realmente reconfortante después de uno de esos días de “paren el mundo que me quiero bajar”. También fortalecerá el vínculo entre los dos. Finalmente, como seguro habrás notado, hará a tu perro increíblemente feliz.
El Invierno Está Aquí:
Durante la temporada de nevadas, la idea de tener a tu perro pasando frío, temblando y con su nariz congelándose, no es solo insoportable… además las noches frías hacen que el amor de tu mascota literal se vuelva más cálido que una cobija eléctrica. Su temperatura corporal está usualmente unos grados más arriba que la del humano. Por ende, abrazarlos es todavía mejor que de costumbre (como si eso fuera posible, pfff…).
No Molestar:
Sin embargo, es importante mantener una rutina de sueño que garantice el descanso necesario para mantener una buena salud, así que deben de haber claras condiciones en el compartir cama. Sin duda, tu perro siempre te despertará para tener su primer comida, eso no es negociable, pero más allá de eso, el respeto por tus horas de sueño debe ser impuesto. Trazar límites de una forma amable pero firme para que, a la larga, dormir juntos siga siendo disfrutable para ambos.
Dos SON Compañía pero Tres son Multitud:
Mantener la intimidad con tu pareja intacta es crítico para procurar una relación sana. Al igual que con las parejas que duermen con sus hijos humanos, debe haber límites. El perro debería entender que habrá veces en las que no podrá compartir la cama contigo y eso no significa que no se le ame. De la misma forma, ser capaz de crear una atmósfera de exclusividad entre tú y tu pareja ayudará a sostener una relación apasionada.